viernes, 30 de octubre de 2009

¿Por qué...?

¿Por qué?
¿Por qué no dejar que la tristeza tome el control?
¿Por qué no acunar la desilusión que tanto me acecha?
¿Por qué no dejar correr el río de mis lágrimas apáticas?
Porque a no hay motivos por los cuales reír,
Porque aunque lo intente la sonrisa no me sale;
Continúan los recuerdos martirizados,
Amargando las ideas felices que pudiera estar cosechando.
Porque la tormenta no cesa,
Porque la lluvia es más intensa;
Porque en el aire cargado de desesperanza no se ve, de luz, ni una brecha.
Y mientras camino por esta noche intensa
Con la soledad helando mis penas,
Me doy cuenta que mi corazón desespera,
Me doy cuenta del final que me espera.

1 comentario:

Kaoru dijo...

Porque la vida es muy corta, cariño, y hay que ver las cosas buenas.