Se depertó solo, en un lugar un tanto raro, estaba rodeado de basura, rodeado de gente andrajosa y sucia que dormía en el suelo o sobre cartones viejos, no sabía exactamente qué hacía ahí, pero sobre todo lo que le le empezaba a preocupar es que no sabía donde debería estar, sabía que ese no era su sitio, pero tampoco sabía a donde pertenecía. Piensa – se decía a sí mismo – piensa, intenta recordar dónde estás, intenta recordar… algo…
- Por favor señora ayúdeme. Pidió asustado y suplicando a una señora muy bien vestida que pasaba por ahí, pero esta hizo como si no lo viera.
- Mira ese pobre vagabundo, ni siquiera se tiene bien en pie de lo borracho que va. Dijo otra mujer que pasaba acompañada.
- Por favor señora ayúdeme. Pidió asustado y suplicando a una señora muy bien vestida que pasaba por ahí, pero esta hizo como si no lo viera.
- Mira ese pobre vagabundo, ni siquiera se tiene bien en pie de lo borracho que va. Dijo otra mujer que pasaba acompañada.
Algo estaba mal, algo había cambiado en él, ahora se encontraba medio desnudo, vestido con unos pantalones raidos y con una manta para cubrir el resto de su cuerpo, pero algo en él le decía que no pertenecía a este lugar, algo en su fuero interno le decía que todo había cambiado y que jamás volvería a ser como antes; pero ¿¡el qué!?...
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